Belleza verde Hipnótica
La piedra preciosa esmeralda, con permiso del diamante, es la gema más codiciada debido a su hipnótica belleza y a su escasez en la naturaleza.
La esmeralda es una variedad gemológica del berilo. Su nombre, procede posiblemente del persa zamarat, significa «piedra verde» y desde hace más de 4.000 años era ya una gema conocida, siendo muy apreciada en el antiguo Egipto y cuyas minas de Wadi El Gemal hicieron las delicias de Cleopatra que sentía auténtica pasión por ellas. El poeta Lucano, sobrino de Séneca, narró que las puertas del Palacio de Cleopatra, lugar en que sedujo a Julio César, estaban adornadas con tortugas hechas enteras de esmeraldas.
Propiedades de la esmeralda
La calidad de una esmeralda, al igual que ocurre con las otras tres piedras preciosas, diamante, rubí y zafiro, viene determinada por cuatro características principales: el color, la pureza, la calidad de la talla y el peso. No obstante, a la hora de evaluar y graduar una esmeralda, el factor que sin duda prevalece sobre los demás parámetros es el color.
Las más preciadas son aquellas en las que se da la excepcional combinación de transparencia y un intenso color verde hierba, siendo los matices pálidos o los demasiado oscuros los que disminuyen considerablemente su valor.
Creencia popular sobre las piedras Esmeralda
La creencia popular en cuanto a que las mejores esmeraldas son aquellas que tienen en su interior mucho jardín, es una idea muy extendida desde hace años. Y nada más lejos de la realidad: el “jardín” -similar a ramitas de helecho- son en su mayoría inclusiones internas de berilo formadas en su crecimiento cristalino o responde a imperfecciones que pueden indicar, en todo caso, que la esmeralda es de origen natural.
Es decir, una mayor cantidad de inclusiones o impurezas en la piedra dará lugar a una considerable opacidad, lo que irá en detrimento de la deseable transparencia. Algo que afectará decididamente a su color y belleza y, por tanto, a una menor calidad y valor. Puedes ver un ejemplo de anillo con una esmeralda de gran belleza en esta sortija de oro blanco con una piedra preciosa esmeralda verde como pieza central y 6 diamantes laterales.
A lo largo de la historia, la esmeralda ha estado presente en distintos y relevantes hitos históricos y sociales como en compromisos reales, galas y recepciones de alto Estado. También se le atribuyen poderes místicos y propiedades curativas, incluida la capacidad de tratar enfermedades oculares, mejorar la memoria o aportar sabiduría y protección. En nuestra opinión y debido a su inusual y extrema belleza, más que sanar, si acaso las esmeraldas provocan una “enfermiza” pasión en forma de síndrome de Stendhal.
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