ESMERALDAS con HISTORIA
La esmeralda es una variedad gemológica del berilo como ya hemos explicado aquí. Y aunque a lo largo de la historia ha sido costumbre y tradición, es sobre todo durante el pasado siglo cuando las familias de los más nobles apellidos y elevadas fortunas encontraron en las joyas creadas por los grandes Maestros y Casas joyeras de prestigio, un símbolo perfecto y representativo de estatus social, económico y de poder.
Entre los miembros de la realeza y la alta burguesía las tiaras forman parte del patrimonio y herencia familiar, siendo tradicional regalarlas o cederlas a sus hijas como joyas matrimoniales. Entre las tiaras más destacadas y relevantes están aquellas que combinan las esmeraldas con diamantes.
Tiara de Katharina con piedras esmeraldas
Esta impresionante pieza fue encargada a principios del siglo XX por el conde Henckel, el primer príncipe von Donnersmarck. Henckel fue un hombre de negocios alemán extremadamente rico. El príncipe Henckel mandó hacer la tiara para su segunda esposa, la princesa Katharina con 11 esmeraldas colombianas en talla pera, sumando más de 500 quilates.
Es posible que las esmeraldas pertenecieran anteriormente a la emperatriz Eugenia esposa de Napoleon III como parte de las joyas de la corona imperial francesa, que se vendieron en una subasta tras la caída de la monarquía francesa. La Tiara de Katharina, cien años después de su creación, alcanzó un récord de subasta de 12.700.000 de dólares en Sotheby´s Zurich, en 2011.
Tiara de esmeraldas y diamantes “Gran Duquesa”
La Tiara de esmeraldas y diamantes “Gran Duquesa”, de la conocida colección de joyas Romanov es una pieza magnífica. También se le llama a veces como «Tiara de diamantes y perlas». Fue adquirida por los Windsor en 1920 y actualmente está en posesión de la Reina Isabel II de la Gran Bretaña e Irlanda. Su historia es fascinante y digna de una película. Perteneció a la glamurosa gran duquesa Vladimir, la esposa del tío del zar, el gran duque Alexandrovich de Rusia. La gran duquesa Vladimir vivió entre 1854 y 1920, y fue la última Romanov en escapar de Rusia.
Carl Edvard BOLIN creó la tiara para la gran duquesa en el año 1874 como regalo de bodas de Maria Pavlona. Cuando el zar fue obligado a abdicar en favor del nuevo gobierno comunista de Lenin en 1917 , ella se escondió con sus hijos en Cáucaso, con la esperanza de que un golpe de estado les ayudara a ganar control sobre el país.
Sin embargo, sus joyas y la tiara lograron escapar antes que ella. Un amigo de la familia, Albert Stopford, un británico comerciante de antigüedades y arte, especializado en, fue capaz de recuperar las 224 joyas que se encontraban en algún lugar del Palacio de Vladimir en Petrogrado. la reina Mary decidió repararla y añadirle 15 piedras esmeraldas, además de un mecanismo para cambiar fácilmente las esmeraldas por perlas.
En los años siguientes, la princesa Elena vendió piezas de joyería de su colección para apoyar a su familia exiliada y varias obras de caridad. La reina Isabel II heredó la tiara directamente de su abuela en 1953. Se usa casi exclusivamente junto con los parures Cambridge y Delhi Durbar, que también contienen grandes esmeraldas.
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